El servicio autorizado que instaló mi estufa empotrada de la marca Hoover no aseguró correctamente la manguera de conexión de gas, lo que provocó que quedara mucho más baja de lo debido. Como resultado, el lavavajillas, que debía instalarse bajo el mostrador, no pudo ser montado ya que la manguera obstruía su colocación, sobresaliendo hacia afuera. Cuando contacté al servicio responsable de la instalación, intentaron desestimar su error como un problema de corte de encimera, aclaré que el corte de la encimera se realizó meticulosamente según las dimensiones del sitio web del producto. En respuesta, insistieron en otra visita del técnico, alegando que la conexión era normal y que debía empujar el lavavajillas en su lugar yo mismo. Cuando pregunté sobre la seguridad de tal acción, me aseguraron que estaba bien ya que la manguera era flexible. Al comunicarme con el centro de atención al cliente de Hoover para transmitir la situación y buscar aprobación, me informaron que no había una unidad dedicada para atender quejas y solicitudes. En su lugar, me indicaron que enviara un correo a [email protected]. Después de enviar un correo, recibí un mensaje vago una semana después, indicando que mi queja había sido cerrada sin ninguna explicación o resolución. Este manejo despectivo de mi queja por parte de Hoover demuestra la aparente impotencia que uno puede sentir al enfrentar problemas con sus productos. A pesar de enviar un correo de seguimiento preguntando por qué se cerró mi queja, aún no he recibido respuesta después de 15 días. Lamentablemente, la falta de respuesta y resolución en este asunto genera preocupaciones sobre la efectividad del servicio al cliente de Hoover. Aunque espero que no surjan más problemas durante el período de garantía, esta experiencia me ha hecho dudar en considerar la compra de productos Hoover nuevamente. No puedo, en buena conciencia, recomendar Hoover a otros basándome en los desafíos y frustraciones que he enfrentado.
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